martes, 29 de marzo de 2011

Vendiendo juegos (ahora también en 3D) (3ª parte)

Unos cuantos días de reposo para el que suscribe, que nunca vienen mal (y que, ligados al lanzamiento de la consolita de marras, son comprensibles). Me he dado cuenta, por enésima vez, que no sirvo para madrugar. Tampoco hablo de levantarme a la una o las dos del mediodía, pero si me levanto antes de las 9:30 o 10 de la mañana, no soy persona. Mas, lejos de querer hablar de mí, sigamos ésta apasionante aventura (que también habla sobre mí, la verdad sea dicha) y descubramos el porqué no hace falta llevar un fusil y meterte hasta el cuello en una trinchera para saber lo que es la guerra. ¡A las barricadas, compañeros!

Las puertas de la tienda se abrieron hacia los lados, dando paso a nuestro primer comprador de la mañana. El frikito, luciendo su habitual modelito de camiseta de Naruto y bandolera con chapas a modo de medallitas (es sorprendente que la gente sea tan ridícula de lucir semejante adorno... yo, al menos, procuro que no se me vean demasiado cuando estoy entre gente civilizada), se acercó al mostrador enseñándome su ticket de reserva como si de un boleto premiado de la lotería se tratase.
- ¿Qué? No me digas más ¿Quieres el "Imagina ser Amazona en competición", a que sí?- pregunté con un deje de sorna en la voz, cogiendo la reserva de sus manos.
- Sólo si es en 3D. Venga para acá esa pequeña- al menos el tipo parecía enrrollarse con las coñitas, lo cual en determinadas ocasiones suele ser algo malo. Si alimentas un fuego con más madera... bueno, ya sabéis, Nerón también tenía un gran sentido del humor, según dicen.
- De pequeña más bien poco, la verdad- comenté sacando la caja. Gracias a los dioses, los distribuidores habían tenido el buen juicio de poner el número de serie del mamotreto por fuera, ahorrándome tiempo y contacto con nintenderos de pro, entre los que me incluyo, obviamente.
- Si...- los ojos le brillaban de la emoción, casi con lujuria, mientras sus manos acariciaban el cartón- Los mejores 250 euros gastados de toda mi vida.
¡Y lo decía tan campante! Luego hablan de la crisis, el desempleo, todas ésas cosas que vendiendo juegos pocas veces notas. A veces tengo la impresión de que algunos clientes con tal de echarse un buen vicio, no necesitarían ni comer. Si algún día encuentran a alguien muerto de inanición con una 3DS sobre la cara sonriente, no sería precisamente una sorpresa para mí, la verdad sea dicha.
En fin, cogí la reserva, cobré el artículo, dinero, cambio, "¿desea el señor alguna funda? ¿protector de pantalla? ¿Sí, no, tal vez luego?" Tooooda la retahíla de cosas que, de costumbre, hacía saber (la robótica está dentro de todos nosotros, solo es cuestión de encontrar tu patrón de comportamiento y reiterarlo hasta el hastío), para finalmente embolsar el artículo y tendérselo con la mejor de mis sonrisas (bajo la cual estaba el mejor de mis deseos para que se fuera de allí, lógicamente) Pero ¿adivináis qué? Que el frikito no tenía suficiente con comprarla, que va, ¿para qué irte de la tienda cuando puedes estrenar la consola delante del dependiente, subrayando lo frikonen que eres?
- Vamos a probarla, que ya hay ganas- informó el individuo, por si sus intenciones se habían escapado a mi adormecida comprensión de los hechos.
- Ten cuidado, no se te vaya a caer y te lleves un disgusto antes de tiempo- le avisé con toda mi buena intención de que aquello, precisamente, fuera lo que pasase. Por tontolnabo.
- Bueno, si se me cae con que me la cambies, no pasa nada ¿no?- no sabía cuál de los dos había puesto más cara de troll, si él o yo.
Seguí atendiendo a la cola de gente que ya comenzaba a formarse, mientras mi compañero César saludaba, pasando al almacén a cambiarse. Al menos los refuerzos iban llegando. Era bonito morir en compañía, indudablemente. Entre cliente y cliente, algunos con sus flamantes 3DS nuevas, otros con juegos de segunda mano, algún que otro guiri perdido preguntando por el Museo del Prado (normal, tanta gente junta, debe de ser algo cultural. Es de cajón, joder. Lo que no saben es que aquí, en España, éso suele ser síntoma de cosas gratis. Animalicos), iba avanzando la mañana leeeentamente.
Cual no sería mi sorpresa al ver que el frikito que había comprado la consola en primer lugar, seguía allí. Había establecido su campamento base en un lateral de mi mostrador y se estaba echando una partidilla al Street Fighter que había comprado junto con la consola (¿el precio en sí no te parece suficientemente caro? ¡Increméntalo con otros 50 eurazos, hombre de Dios, no sea que luego te de insomnio!). Curiosamente, se le habían anexionado otros cuatro congéneres de su especie, entre los que había una mujer (para que luego digan que las tías que juegan a videojuegos están mas escondidas que la Atlántida).
Allí estaban, juntitos, creándose miis (para los no iniciados en la secta, un Mii es un monigote personalizable que puede usarse en la Wii y en la 3DS como avatar), intercambiando claves de amigo (una forma original de evitar una vida condenada al ostracismo) y comentando los mejores combos de éste juego, o las piruetas de éste otro, o que el ladrido del Bulldog Francés era mejor que el del Caniche (¿para qué comprar un perro de verdad? Si Miyamoto nos ofrece en bandeja bichos virtuales. Para que luego os quejéis de los Tamagotchi o los Furby. Al menos aquellos últimos, si te daban por saco, les quitabas las pilas y fuera).
Me sentía como Dian Fossey, observando, catalogando la especie y sus costumbres. Pude comprobar que la mujer era la que llevaba la voz cantante del grupo, tendiendo los demás a formar un círculo cerrado en torno a ella, como protegiéndola de intrusos. Constantemente la alababan por cualquier chorrada ("¡Ahí va, tu perrito ha estornudado, que mono! Éso es porque está pensando en tí" "Que Mii más mona tienes, yo no consigo que los míos me queden bien" ¿¡Os dáis cuenta de que estáis hablando de conjuntos de datos!? ¿¡La va a invitar alguno a tomar algo o a lo máximo que vais a llegar es a regalarle un puto bote de champú para el perro de los huevos!?). En fin, todo un espectáculo que llegó a su fin cuando, en un impresionante efecto dominó, las lucecitas de las consolas parpadearon en rojo, anunciando que les restaba poca batería (o poca dignidad, sabiéndose en manos de semejantes elementos, lo mismo da).
- No, no tenemos enchufes- respondí a las suplicantes miradas del grupito. Cabizbajos, se marcharon de la tienda dejándonos seguir a los demás con nuestra vida diaria.
- Parece que la mañana va fuertecita ¿eh?- comentó César, atendiendo a la décima tía buena de la mañana. ¿Por qué sería que a mi me tocaban los frikonen y a él las mujeres de buen ver? El muy cabroncete tenía ya cogido el ritmillo de la cola y sabía demorarse lo justo para ir saltando de una tía buena a la siguiente. Como en la Oca, pero en vez de dados, tirando tejos.
- Mas fuerte para algunos que para otros, parece ser- comenté mientras cogía el enésimo cupón de reserva de la 3DS de manos de un ansioso cliente- De todas formas, cada consola vendida es una consola menos en la tienda- triste consuelo, pero cierto.
No fue antes terminar mi reflexión cuando, por la puerta, apareció el siempre diligente transportista cargado con multitud de cajas. En el lateral, lucían con un aura malévola las siglas "Nintendo". Más munición que quemara los bolsillos y las carteras de los clientes en aquella fresca mañana de Marzo.
- ¿Decías?- preguntó mi compañero, enarcando una ceja, mientras Javier procedía a guardar la mercancía en el almacén. Con una suave sonrisa, prosiguió atendiendo a la siguiente chica de la cola- Hola, buenos días ¿en qué puedo ayudarte?
- Quiero mi 3DS- me saludó a mí el siguiente cliente del día. Entre aquello, el lanzamiento, la gente entrando en la tienda, las cajas con más y más consolas, los protectores de pantalla, las fundas, los juegos, las reservas y los frikonen, sólo se me ocurría una alocución digna del momento.
- Mierda.

Continuará...

Y hasta aquí tó el pezcao vendío, ¡claro que zí! (como dicen en Sevilla, tierra ardiente de luz y calor). Mañana más y mejor, porque conmigo (a diferencia de con Wyoming) sí es posible. Buenas noches, noches, a todossss, todooosssss (¿soy el único que echa en falta las noticias del guiñol?)

2 comentarios:

  1. A mi ya estos temas me aburren, macho. Es el despotrique por el despotrique. Y además mal disimulado xD teniendo en cuenta que tu eres el primero que hace frikeces con propios y extraños, que llevas chapitas en la mochila, que pillas tu consola/juego el día que sale y que no puedes esperar para echarle un ojo en cuanto puedes. No se, son comportamientos normales, macho, otra cosa es que te toque los huevos trabajar, que creo que es el caso, pero no veo ningún problema en absoluto a nada de lo que comentas, al menos no para la retahila de lindezas que sueltas sobre este y aquel.
    Y si no, siempre puedes irte del curro, como aquel que dice, y hacer algo que realmente te haga feliz.

    Anda, ponte en serio que esto parece más un blog para hacer tus /cry en tonete humorístico mas que para contar algo de provecho o interesante para los demás xD

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  2. A ver, meloncín. En primer lugar ésto es solamente un relato de tono quejica/humorístico, simplemente. Me gusta mi trabajo, al menos el trasfondo de vender juegos, novedades del mundillo y demás, y por supuesto que soy el primero en probar/comprar las novedades (sin llegar a la cansinería de ciertos personajes, pero de todo hay en la viña del señor). Lógicamente, éstos escritos están hechos de forma exagerada, humorística, como podría ser la de un monólogo. Son situaciones llevadas al extremo, adornadas aquí y allá por un servidor, para lograr sacar una sonrisa del lector o, cuanto menos, un rato ameno. Pero en ningún caso es mi intención quejarme de mi vida o mi trabajo, o poner en ridículo a personas (dado que, como he dicho antes, el primero en la cola de éste tipo de cosas suelo ser yo) así que, podría decirse, que simplemente exagero la verdad para escribir algo gracioso, cómico, con lo que el que más o el que menos se sienta identificado (yo, el primero) y se acabó. Es simplemente literatura de ficción (no estoy todo el rato pensando en "ojalá se le caiga la consola a ese" "fuera de mi tienda, puto friki", porque yo soy el primero en ser un puto friki xD), si bien es cierto que a veces hay gente exasperante, como en todos lados, ni siquiera el trabajo de un servidor da para andar refunfuñando todo el santo día. En resumen, que ésto es una exageración con muchos tintes inventados para entretener al lector, lógicamente, en ningún caso algo autobiográfico (si bien hay pinceladas de verdad en ello, pero llevadas a lo absurdo, dadaíco, podría decirse) y mucho menos una terapia de yo suelto mis mierdas y me desfogo. Es simplemente escribir, explorando otros géneros y que la gente se eche unas risas (yo el primero) y pase un rato agradable. Ésa es la única finalidad, nada más ni nada menos

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