martes, 5 de abril de 2011

El hombre del tren

Hace ya algún tiempo que comencé a interesarme por la cultura y sociedad japonesa. Mi sed de conocimiento venía, sobre todo, motivada por el regalo que unos colegas me hicieron por mi pasado cumpleaños: el libro titulado "un geek en Japón". En él podemos leer todo un recopilatorio de datos, curiosidades y anécdotas, a "grosso modo", sobre el país nipón. El autor trata muy diversos temas: relaciones sociales entre los japoneses, la familia, las aficiones, la cultura, la religión... en fin, un poquito de cada cosa que te va sumergiendo en ése pais tan distinto del nuestro. Hubo, de hecho, un dato que suscitó mi interés hasta tal punto que, una vez acabado el libro, busqué más información sobre él. Se trata de la historia del "hombre del tren", o más comúnmente conocida como Densha Otoko.
Al parecer, ésta historia tuvo tal impacto en Japón que revolucionó en cierta medida el mundillo del grupo conocido como los otakus, los fanáticos del manga, anime, videojuegos, etc... La historia cuenta cómo un otaku ( Yamada Tsuyoshi) ayuda a una chica (Aoyama Saori) que está siendo acosada por un borracho en el tren. A raíz de dicho enfrentamiento, la joven le manda un regalo de agradecimiento (algo muy común allí) y Yamada, animado por los usuarios de un foro para "solteros" de internet, se pone en contacto con ella, surgiendo poco a poco el amor entre dos personas tan dispares.
Me puse a buscar, como digo, más datos sobre el tema y hallé el dorama de dicha historia. Un dorama, para todos aquellos que lo desconozcan, es como una telenovela japonesa, por simplificar. Me descargué la serie y vi un par de capítulos, gustándome ya desde el primer momento. Pero no fue hasta la tarde/noche del Viernes cuando le dí un buen tute a la cosa.
Tras dar una vuelta por el centro de Madrid con mi amigo Paco, decidimos venirnos a mi casa a seguir viendo la serie, ya que a pesar de haberla visto ya, a él también le apetecía. Nos pusimos cómodos en el sofá y, capítulo tras capítulo, nos la ventilamos entera hasta casi las 3 de la mañana. La verdad, puedo decir que me ha encantado la dichosa serie, y por varios motivos la considero recomendable a todos aquellos que, como yo, deseen aprender un poco más de la cultura japonesa.
En la serie se tratan muchos temas, uno de los más importantes es el de los otakus. Parece que, a raíz de la serie, la sociedad japonesa se dió cuenta de que tras ésa fachada de fanáticos se hallan personas, ante todo. Me explicaré. Una palabra que usamos tan a la ligera aquí, en España, como es la palabra otaku, allí es (o era) poco más que un insulto.
Los otakus japoneses son personas que no son vistas con muy buenos ojos. En muchos casos, debido a la gran presión que sufren por parte de la sociedad, se ven relegados a encerrarse en sus habitaciones, sin querer comunicarse con nadie mas allá que sus coleguitas de internet y dos o tres amigos con los que salir, de vez en cuando, por Harajuku (la zona otaku por excelencia de Tokio) para conseguir las últimas novedades de sus series/videojuegos y demás. Todo ésto hace que, ya de primeras, el protagonista de la serie te resulte entrañable cuanto menos.
Vemos a un Yamada solitario y pringaillo, un otaku de pro, que dentro de la timidez propia de su mundo le planta cara a un borracho para librar de su acoso a una joven que ni siquiera conoce. Te hace sentir cierta simpatía, dentro del patetismo que él mismo lleva en torno a sí, hacia el personaje. A raíz de compartir su experiencia en el foro de "solteros amargados", muy diversa gente le aconseja sobre el asunto. Vemos todo un compendio de personas que se sienten desplazadas de los demás y de la sociedad por muy diversos motivos: desde un ex jugador de baloncesto lesionado y machacado por la crítica deportiva, hasta un señor fanático de los trenes, pasando por una mujer maltratada o un estudiante de las pruebas de acceso a la universidad.
Todos ésos personajes le van dando consejos al que conocen como Densha Otoko, el "hombre del tren" y, a la vez, ellos mismos encuentran la fortaleza o inspiración que necesitan para afrontar sus propios problemas y seguir con sus vidas. Según avanza la historia podemos ver a nuestro protagonista en varias situaciones para intentar enamorar a Aoyama, o como la conocen en el foro, Hermes (a raíz del regalo que le hace llegar a Densha, un juego de tazas de té de la prestigiosa marca Hermes). Desde una cena juntos o pasando un dia en la playa, se nos presentan una serie de aventurillas que, poco a poco, van acercando más a los protagonistas, siempre con el trasfondo cómico/emotivo de los consejos de los foreros. He de decir, que como en buena serie japonesa, la historia se mantiene en vilo hasta el final, dado que en ningún momento eres capaz de adivinar de qué manera va a concluír, lo cual es de agradecer.
Resumiendo, para todos aquellos/as que, como yo, aún no la hayan visto y les interese conocer un poco más la cultura japonesa y el mundillo de los otakus, es una serie recomendadísima. Te hace reír, llorar, emocionarte... hasta tal punto de que en algún momento nos sentimos identificados con ésa historia (¿quién no se ha enamorado alguna vez de una persona que consideramos inaccesible, y aún así intentamos que quede a nuestro alcance?). Y, lo que es mas importante, te transmite una serie de valores o enseñanzas con las que muchas personas han de enfrentarse en algún momento de sus vidas. Así que os animo a buscar Densha Otoko y echarle un vistazo, no ya tanto por el puntillo friki de la historia, sino también por la emotividad que desborda.
Y hasta aquí la entrada de hoy. Me despido hasta la próxima deseándoos que paséis un buen día. ¡Matta ne!

3 comentarios:

  1. Muy bueno cielo! Ya la habia visto hace tiempo, la verdad, y me gutó muchisimo =D

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  2. Buenas caballero, sigue así con el blog. Solo recomendarte también la lectura del manga que lo acaban de reeditar en precio económico o si no ya te lo presto.

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  3. Lástima que ya no actualices el blog... me agradó mucho la manera de relatar el post n.n

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